Si vives cerca del mar o planeas visitar la costa chilena, es vital entender qué es un tsunami y qué hacer si llega una alerta. Un tsunami no es una ola gigante al estilo película; es una serie de olas generadas por movimientos súbitos bajo el agua, como terremotos, deslizamientos o erupciones volcánicas.
En Chile, la ubicación geográfica lo coloca en una zona de alta actividad sísmica, lo que incrementa la probabilidad de que ocurra un tsunami. Los últimos eventos históricos, como el tsunami de 2010 tras el terremoto de Maule, dejaron lecciones claras: la rapidez y la preparación marcan la diferencia entre rescatar vidas o sufrir pérdidas innecesarias.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) utilizan sirenas, mensajes de texto y aplicaciones móviles para avisar a la población. Cuando escuchas una sirena de tres toques cortos, o recibes un mensaje que dice "ALERTA DE TSUNAMI", actúa sin pensarlo.
Otro indicio es sentir un fuerte temblor seguido de un retroceso del mar que deja la playa descubierta. Ese vacío es una señal de que la ola más grande está a punto de llegar. Nunca vuelvas a la orilla para observar; busca inmediatamente terreno más alto.
1. Conoce la ruta de evacuación: antes de cualquier emergencia, identifica los caminos más cercanos que suban al menos 5 metros sobre el nivel del mar. Muchas comunidades costeras tienen mapas de evacuación en escuelas y centros comunitarios.
2. Lleva un kit básico: agua, alimentos no perecibles, linterna, batería extra, documentos importantes y una muda de ropa. No necesitas cargar una mochila enorme, solo lo esencial para pasar unas horas fuera de casa.
3. No uses el auto si hay congestión: en muchas alertas, las carreteras se llenan y pueden bloquearse. Si el tráfico es denso, busca áreas seguras a pie o en bicicleta, siempre manteniendo la dirección hacia zonas más altas.
4. Comunica tu ubicación: avisa a familiares o amigos de dónde te encuentras. Usa mensajes de texto, que suelen funcionar mejor que llamadas en situaciones de alta demanda de red.
5. Escucha a las autoridades: sigue las indicaciones de la Onemi y de los equipos de rescate. No regreses a la zona costera hasta que se levante la orden de “riesgo bajo”.
Además de estas medidas inmediatas, es útil participar en simulacros locales. Las escuelas y municipios organizan ejercicios de evacuación que te familiarizan con el proceso y reducen el pánico cuando ocurre una verdadera emergencia.
En cuanto a la prevención a largo plazo, el gobierno chileno ha invertido en sistemas de monitoreo y en la construcción de muros costeros en algunas áreas vulnerables. Sin embargo, la responsabilidad primordial recae en cada habitante: estar informado, planificar y actuar con rapidez.
Recuerda, un tsunami puede llegar en cuestión de minutos después del sismo. No esperes a confirmar la magnitud del temblor; la regla de oro es “si hay duda, evacúa”. Con esta mentalidad, tú y tu familia estarán mejor preparados para enfrentar uno de los fenómenos naturales más poderosos del planeta.
Un terremoto de magnitud 7.6 golpeó recientemente la isla de Mindanao, Filipinas, generando fuertes temblores, un pequeño tsunami y múltiples réplicas. La comunidad científica estudia el impacto y el comportamiento de las fallas en la región, destacando la importancia de construir estructuras seguras en áreas propensas a sismos.
ago 10 2024