Todos sentimos presión en la escuela, ya sea al dar una clase, hacer un examen o atender a un alumno con dificultad. La preparación emocional no es "magia", es un conjunto de hábitos que puedes practicar todos los días para que el estrés no te domine. Aquí tienes ideas simples que puedes aplicar ahora mismo, sin necesidad de certificaciones o horas de meditación.
1. Respira antes de entrar. Cuando llegues al salón, tómate 30 segundos para inhalar por la nariz contando hasta cuatro, aguantar dos y exhalar lentamente por la boca contando hasta seis. Repite tres veces. Este micro‑ejercicio baja la frecuencia cardíaca y te ayuda a estar más presente.
2. Haz una lista de tres prioridades. Antes de cada jornada escribe tres objetivos claros que quieras lograr (por ejemplo, "escuchar sin interrumpir", "dar feedback constructivo" y "tomar un vaso de agua"). Enfocarte en lo esencial evita la sensación de estar abrumado por mil tareas.
3. Usa “pausas de check‑in”. Cada dos horas, dedica 1‑2 minutos a preguntar a tus alumnos cómo se sienten. Puedes escribir una palabra en la pizarra o usar una encuesta rápida. Esta práctica no solo mejora el clima del aula, también te da señales tempranas de problemas emocionales.
4. Desconecta al final del día. Apaga el móvil o ponlo en modo silencioso al salir de la escuela. Lleva contigo una actividad fuera del trabajo (caminar, leer un capítulo de una novela, cocinar). Separar la vida profesional de la personal protege tu energía mental.
1. El “cajón de emociones”. Cada tarde, escribe en una hoja tres cosas que te hicieron sentir feliz, triste o estresado. No necesitas profundizar, solo anotar la palabra. Al verlo en papel descubres patrones y aprendes a reconocer lo que realmente afecta tu ánimo.
2. Técnica del “cambio de enfoque”. Cuando te sientas atrapado en una tarea difícil, cambia la atención a algo literal: cuenta cuántas sillas hay en la habitación o describe el color de la luz. Este truco interrumpe el bucle de pensamientos negativos y te vuelve a centrar.
3. Agenda de autocuidado. Reserva 10‑15 minutos al día para algo que te guste: escuchar música, dibujar, estirar. Marca ese tiempo en tu agenda como si fuera una clase obligatoria; así no lo pospones.
4. Busca apoyo. Habla con un amigo, un profesor o un familiar cuando algo te preocupa. Compartir no debilita, al contrario, reduce la carga emocional y a veces abre soluciones que no habías considerado.
La preparación emocional es como entrenar un músculo: cuanto más lo haces, más fuerte se vuelve. No esperes a que el estrés sea una montaña; empieza con estos pequeños pasos y verás cómo mejora tu día a día en la escuela. ¿Listo para probar alguna de estas ideas ahora?
La Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) 2024 en Chile presenta desafíos emocionales significativos para los estudiantes. Prepararse emocionalmente es crucial además de la preparación académica. Adoptar una mentalidad de crecimiento, evitar pensamientos fatalistas y manejar la ansiedad son estrategias clave. El apoyo adulto y las expectativas realistas pueden facilitar un proceso más efectivo.
nov 30 2024