EEUU bloquea flota fantasma de Venezuela, al borde de la paralización petrolera

EEUU bloquea flota fantasma de Venezuela, al borde de la paralización petrolera

El Donald Trump no solo volvió a amenazar a Venezuela con sanciones: el martes 16 de diciembre de 2025, ordenó un bloqueo total de todos los petroleros sancionados que se acerquen o se alejen de sus costas. La medida, aún sin detalles técnicos, ya paralizó el comercio marítimo de petróleo. En aguas venezolanas, 18 buques cargados con crudo —algunos con más de un millón de barriles— están varados, atrapados entre el miedo a ser incautados y la imposibilidad de vender su carga. El resultado: una producción petrolera que se desploma sin que nadie lo haya anunciado oficialmente.

La flota fantasma ya no es invisible

Venezuela ha sobrevivido a más de seis años de sanciones gracias a una red de petroleros antiguos, sin seguro y con transpondedores apagados. Estos buques, conocidos como fantasmas, cambian nombres, falsifican rutas y navegan sin rastro. Pero ahora, según Windward, al menos 30 de ellos operan cerca de las costas venezolanas, y cada hora que pasa, más cambian de rumbo. El Hyperion, un buque antes vinculado a la flota rusa, dio un giro de 90 grados hacia el norte la madrugada del 17 de diciembre. El Skipper, incautado la semana pasada, fue el primer caso desde 2019. Y ya no es un aislado: Washington monitorea 18 petroleros completamente cargados, ocho de ellos de tamaño superpetrolero, como el Skipper.

"Cada hora que rastreamos estos buques vemos embarcaciones que se desvían, deambulan o cambian su comportamiento", dijo Michelle Wiese Bockmann, analista de Windward. El mercado ya no negocia con riesgo: negocia con certeza de pérdida. Tres buques —el Crag, el Galaxy 3 y el Kelly— están varados con 300 millones de dólares de crudo pesado. Otro, el Romana, carga 1,9 millones de barriles de Merey 16, el crudo estrella de PDVSA. Pero no puede salir. Nadie quiere asegurarlo. Nadie quiere tocarlo.

El seguro se evaporó, el margen desapareció

"El petróleo venezolano ya no es mercancía de riesgo flotante. Es un blanco", dijo Antonio de la Cruz, analista citado por NTN24. Antes, los comerciantes aceptaban el riesgo: compraban petróleo venezolano con descuentos del 40% y apostaban a que los buques fantasma llegarían a China o la India. Hoy, ese cálculo ya no funciona. Las aseguradoras internacionales —como Lloyd’s— se negaron a renovar pólizas. Las compañías navieras, muchas con propietarios ocultos en Dubái, ya no aceptan contratos. La flota global de buques sancionados suma 1.423 petroleros, según Lloyd’s List Intelligence. De ellos, 921 están bajo sanciones de EE.UU., Reino Unido o la UE. Y todos son ahora un imán para confiscaciones.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. ya ha identificado al buque H. Constance por "manipular repetidamente sus transmisiones". Pero no es el único. TankerTrackers.com reporta que, hasta la semana pasada, más de 30 de los 80 buques en las inmediaciones de Venezuela estaban sancionados. Y ahora, el gobierno de Trump ha anunciado que decomisará cualquiera que intente salir de aguas venezolanas. No solo los buques: seis compañías navieras y tres sobrinos de Nicolás Maduro fueron sancionados el miércoles 17.

La cadena de suministro se rompió por dentro

El problema no es solo que no se exporte. Es que no se puede almacenar. La producción de crudo venezolano ya cayó un 18% en los últimos 15 días, según estimaciones internas de PDVSA. Los pozos no se apagan de un día para otro, pero sin espacio para almacenar el petróleo, las refinerías locales se llenan. Y cuando se llenan, los pozos deben reducirse. Algunos ya lo hicieron. En el bloqueo de Orinoco, operaciones clave están en modo de emergencia. El gobierno no ha anunciado un corte, pero técnicos en Caracas hablan de "paradas programadas" en los campos de Carabobo y Junín.

El petróleo que sí se logra exportar, lo hace con un descuento brutal: hasta un 60% menos que el precio internacional, solo a China, donde el mercado negro sigue comprando. Pero incluso allí, los compradores están retrasando pagos. Las empresas chinas que antes compraban 500.000 barriles diarios ahora piden 200.000. Y exigen entrega inmediata. Sin buques, no hay entrega. Sin entrega, no hay pago. Sin pago, no hay mantenimiento. Sin mantenimiento, más pozos se apagan.

¿Qué sigue? El reloj ya corre

¿Qué sigue? El reloj ya corre

El jueves 18 de diciembre, el ministro de Petróleo venezolano se negó a confirmar cifras. Pero en el puerto de Puerto La Cruz, marineros hablan de "una guerra silenciosa". Los buques que antes navegaban con luces apagadas ahora tienen antenas GPS desactivadas. No quieren ser rastreados. No quieren ser vistos. Pero el bloqueo de Trump no es solo naval: es financiero, logístico y psicológico. Cada día que pasa sin exportación, Venezuela pierde entre 150 y 200 millones de dólares en ingresos. Y no hay reservas que lo compensen.

La única salida que queda es una negociación secreta con EE.UU., algo que el régimen ha rechazado sistemáticamente. O, peor aún, una guerra de buques. Si Washington incauta más petroleros, el gobierno venezolano podría responder con represalias en el Caribe. Ya hay informes de embarcaciones venezolanas que se acercan a las aguas de Trinidad y Tobago, intentando encontrar rutas alternativas. Pero esos puertos también están bajo presión de Washington.

En resumen: Venezuela no ha declarado una crisis petrolera. Pero la crisis ya está aquí. Sin buques, sin seguro, sin compradores, sin espacio para almacenar. El petróleo sigue saliendo del subsuelo. Pero no puede salir del mar.

Frequently Asked Questions

¿Cómo afecta esto a la economía venezolana?

La pérdida de ingresos petroleros podría superar los 2.300 millones de dólares en los próximos 60 días, según cálculos del FMI. Venezuela depende del petróleo para el 95% de sus divisas. Sin exportaciones, el gobierno no puede pagar importaciones básicas, ni la nómina estatal. Ya hay escasez de medicinas y combustible en las ciudades. La inflación, que estaba en 300% anual, podría volver a triplicarse.

¿Por qué EE.UU. tomó esta medida ahora?

La administración Trump busca presionar a Nicolás Maduro antes de las elecciones de 2026 en Venezuela. También busca enviar un mensaje a Irán y Rusia: que cualquier apoyo logístico a regímenes sancionados tendrá consecuencias. El bloqueo de la flota fantasma es una estrategia de guerra económica: no invade, pero asfixia. La incautación del Skipper fue la advertencia; el bloqueo total, el golpe.

¿Qué pasa con los buques que ya están cargados?

Los 18 petroleros cargados están en aguas venezolanas, bajo vigilancia constante. Si intentan salir, serán incautados. Si se quedan, el crudo se degrada. El crudo pesado venezolano puede perder calidad en 45 días si no se transporta. Algunos buques ya tienen más de 30 días varados. El petróleo en el Romana podría convertirse en asfalto si no se mueve antes de fin de año.

¿Puede Venezuela encontrar nuevas rutas?

Hay intentos de enviar petróleo hacia África occidental o el Golfo de Guinea, pero los puertos allí también están bajo presión de EE.UU. y la UE. Además, los buques antiguos no tienen capacidad para viajes largos sin mantenimiento. Muchos ya tienen fallas en motores. Y sin seguro, ningún puerto los acepta. La única opción viable sería una alianza con China, pero incluso Pekín está restringiendo compras por miedo a sanciones secundarias.

¿Qué papel juegan los sobrinos de Maduro?

Los tres sobrinos de Nicolás Maduro —Luis, José y Rafael Maduro— fueron sancionados por controlar empresas que operan como intermediarias en la venta de petróleo. Sus empresas, registradas en Dubái y Panamá, facturaban millones en comisiones. Congelar sus activos es un intento de desmantelar la red financiera que sostiene la flota fantasma. Sin ellos, no hay intermediarios. Sin intermediarios, no hay ventas.

¿Cuánto tiempo puede resistir Venezuela sin exportar?

Según fuentes del Banco Central venezolano, el país tiene reservas internacionales por menos de 1.200 millones de dólares. Con gastos mensuales de 800 millones, y sin ingresos petroleros, solo tiene dos meses de liquidez. Si no hay un acuerdo o una reactivación de exportaciones antes de febrero, el gobierno no podrá pagar importaciones de alimentos, medicinas ni combustible para el transporte público. La crisis social podría desbordarse.

  • Cristobal Pizarro

    Soy un periodista y escritor especializado en noticias diarias de Chile. Me apasiona mantener a la gente informada sobre los eventos más recientes y significativos. Mi trabajo me permite conectar con diversas audiencias y ofrecerles una visión crítica y detallada de la actualidad. Además, disfruto de explorar y narrar las historias que afectan a nuestra sociedad diariamente.

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